Nos
hemos enterado tarde y mal, pero nos ha causado estupor, sorpresa y un gran
desasosiego lo que acabamos de conocer de su peripecia profesional.
Esperamos que haberse hecho
pública la información, le ayude a no tirar la toalla, sino a todo lo
contrario, a convertirse en un bastión en la lucha de las soldados
profesionales por hacerse, primero respetar, y después un hueco cada vez más
importante en nuestro Ejército, sobre todo en la escala de mando.
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