Las
elecciones municipales de este pasado domingo pueden tener muchas lecturas,
muchos análisis y se pueden sacar muchas conclusiones; una de estas últimas se
puede referir, puede consistir, en la valoración que han hecho los electores de
los candidatos (y aun alcaldes en funciones) que han acreditado una actitud
contraria a los abusos de los inmigrantes en las ayudas sociales.
Empezó
esta “movida” el alcalde nacionalista (del PNV) de Sestao (Vizcaya) y después
siguió ese camino el alcalde de Vitoria (Alava), aunque este último tuvo mayor
reflejo mediático: no en vano el afectado es del PP y, por supuesto, Vitoria es
más importante que Sestao. Y los electores les han respaldado a ambos rotundamente: el alcalde del PP de Vitoria, no solo aguantó el tirón, sino que incrementó en
varios miles el número de votos que había obtenido 4 años antes. El alcalde de
Sestao del PNV arrasó: ha ganado 5 concejales (ha pasado de 8 a 13), mientras
el PSE-PSOE los perdía (ha pasado de 8 a 3), mientras los demás partidos se
mantienen a duras penas.
Conclusión: lo políticamente correcto importa poco a
la gente, casi ni lo justo, y si los escándalos de los abusos en las ayudas sociales son
evidentes, quien los denuncie (y más quien los corrija) saldrá beneficiado en las urnas.
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