Sigue el monólogo de los independentistas
catalanes, canalla y aburrido hasta la exasperación. Nadie le hace frente, salvo
algunos ciudadanos consciente del peligro de “dejarlo correr”.
Es particularmente triste ver como no hay
respuesta a los excesos independentistas catalanes desde el gobierno de la
nación; nos gustaría que, ante la quiebra propiciada por esa gente, el Sr.
Rajoy hubiera tenido las mismas actitudes que Frau Merkel ha mantenido frente
al “podemista” griego
Ayer el Rey recibió al presidente regional autonómico
de Cataluña, y al menos observamos el gesto serio del monarca. Tiene razón
Felipe VI, con esa gente bromas, las justas, o sea, ninguna.
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