Aquí
nunca hemos simpatizado con el difunto Ignacio “Iñaqui” Azcuna (o “azkuna” en
el neolenguaje NaCI), el aldeano impostado durangués que fue alcalde Bilbao
durante demasiado tiempo, incluso a él le sobró el último año enfermedad,
decrepitud y agarrarse al sillón como una garrapata, por cierto, garrapata
ególatra que nunca pensó en Bilbao sino como prolongación de sí mismo, de su
promoción personal y política.
Todo
esto lo sabía y lo sentía mucha gente, pero el poder es el joder (¡perdón, el
poder!), y la gente prefiere tragar y callar antes de que le den por la
retaguardia; así que nadie dijo nunca nada contra el individuo.
Sin
embargo la desvergüenza de ponerle su nombre a La Alhóndiga ha indignado a la
mayoría de los bilbaínos, aunque sólo una minoría le echa “güebos”, y se ha
atrevido a poner en marcha una iniciativa para retirar el nombre del durangués
NaCi a La Alhóndiga de Bilbao.
¡Ni que decir tiene que nos sumamos a la campaña!.
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