Parecía
lógico, pero nadie las tenía todas consigo, dado el carácter de Rajoy y su
galleguismo ejerciente y ejercido. Pero parece que los suyos le han convencido:
si hubo que financiar especialmente a las Vascongadas (a costa de otras
regiones) para propiciar un acuerdo que, obviamente, no se podía circunscribir
a la mera aprobación del presupuesto sino que también, por lógica y sentido
común, se refería a que continuara, y precisamente para la ejecución de ese
presupuesto, del gobierno que lo había presentado, lo cual, además hacía
ahuyentar el miedo cerval del PNV a Ciudadanos ante una inminencia electoral,
ahora que se ha producido la traición, las partidas “arrancadas” por el PNV
deben desaparecer y repartirse entre otras autonomías más necesitadas, y menos
desleales, por cierto, o simplemente no desleales, más bien, leales a carta cabal.
Así
que nos alegramos por el P.P. y por la dignidad de todos los que puedan haberle
votado y estuvieran ahora repensándoselo mucho.
¡Ah!,
y aunque es esto es muy difícil: ¡el Partido Popular debe “vender” bien lo que
finalmente haga!: el responsable de la retirada de esas partidas es el PNV y
solo el PNV que por su comportamiento frívolo y traidor ha privado a esta región
en una buena partida de millones de euros.
Los
muy canallas del PNV dice que no creen que el P.P. modifique a la baja (¡a la
baja para ellos!) en el Senado el presupuesto, ya que tendría difícil venta
“akí” esa suerte de venganza … es decir, estos miserables se están ya curando en
salud y empiezan a hacer campaña de nuevo contra el P.P. aunque ahora por otro
motivo; por este nuevo agravio inventado por los miserables NaCis supremacistas
de estos tiempos.
Los del PNV las hacen pardas pero quieren seguir vendiendo el
victimismo de siempre, que tan bien les ha ido.
¡P.P. espabila!
Pie de foto: las tres imágenes se corresponden con tres de los titulares de El Mundo de ayer mismo.
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