Las tesis doctorales, en materias relativas a las ciencias sociales (en términos amplios), son un buen lugar para las elucubraciones, para plantear las hipótesis más descabelladas, para realizar planteamientos teóricos y, por tanto, ajenos a la realidad de la vida, también para las obsesiones (incluso enfermizas), hasta para los imposibles metafísicos …… así que, bien está, por fin, que el ex presidente regional autonómico vasco, Juanjo Ivarreche, haya encontrado el lugar idóneo para ubicar su plan, el plan que lleva su nombre, como también su reformulación posterior en su “road map”, proyecto finalmente non nato por obra y gracia del Tribunal Supremo, que dejó fuera de la ley su referéndum que había convocado ilegalmente para hace exactamente dos años, para dos años antes de defender, en un ambiente favorable (perfectamente escogido entre sus amigos), su “tercer plan Ivarreche” con forma de tesis ¿doctoral?.
Pie de foto: Juanjo el 25-O, con cara de cuis, defiende su plan.
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