La crisis de gobierno de ZP de este miércoles, como esos episodios en los que los árboles no dejan ver el bosque, ha supuesto que casi ningún analista político se haya percatado, y haya puesto en relación, la "conjunción planetaria" (copyright de la nueva ministra de sanidad) de que los cambios de gobierno se estaban produciendo en momentos coincidentes, una remodelación de la administración (no sólo del consejo de ministros) con dos ministerios menos y uno de nueva creación, precisamente en el momento de la aprobación inicial de los presupuestos generales del estado para 2011, cuando lo primero condiciona lo segundo de forma determinante. Pero ¿y cómo se arregla este entuerto ahora?, ¿tendrá que dedicarse la vicepresidenta a presentar docenas de enmiendas parciales a su propio proyecto de presupuestos para dar amparo legal y financiación a los nuevos juguetes de ZP?.
Esta reflexión viene del post de Santiago González ayer en su blog, dónde, entre otras cosas, dice lo siguiente:
"No se entiende que no esperase a terminar el trámite de votación de los presupuestos.
…
… confiesa paladinamente que mintió a los periodistas el domingo en Ponferrada, al decirles que sólo pensaba cambiar a Celestino Corbacho. Esto le obligó ayer a mentir nuevamente, al ser preguntado por la corresponsal de El Periódico cuándo cambió de opinión y responder: el domingo por la tarde. Es casi mejor que hubiese vuelto a mentir a que haya dicho la verdad. Porque un presidente que toma una decisión tan relevante en un momento, sin maduración alguna de la idea, del alcance, los nombres y la estructura que modifica, no ha renunciado a lo esencial del zapaterismo: la impremeditación …
…
Si hubiera administrado racionalmente los tiempos no habría sometido a esos presupuestos que nos van a sacar de la crisis al ridículo de quedar inservibles antes de su aprobación parlamentaria. Las cuentas públicas están hechas para un Gobierno con dos Departamentos más, que han desaparecido (Igualdad y Vivienda) y uno nuevo (Ministerio de la Presidencia) que antes no existía. La estructura del Gobierno había cambiado antes de que aprobaran las cuentas para el año que viene, ¿y dice la señora Salgado que las previsiones de esos presupuestos se van a cumplir rigurosamente? Vamos, anda." (Los subrayados en negrita son de nuestra cosecha).
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… confiesa paladinamente que mintió a los periodistas el domingo en Ponferrada, al decirles que sólo pensaba cambiar a Celestino Corbacho. Esto le obligó ayer a mentir nuevamente, al ser preguntado por la corresponsal de El Periódico cuándo cambió de opinión y responder: el domingo por la tarde. Es casi mejor que hubiese vuelto a mentir a que haya dicho la verdad. Porque un presidente que toma una decisión tan relevante en un momento, sin maduración alguna de la idea, del alcance, los nombres y la estructura que modifica, no ha renunciado a lo esencial del zapaterismo: la impremeditación …
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Si hubiera administrado racionalmente los tiempos no habría sometido a esos presupuestos que nos van a sacar de la crisis al ridículo de quedar inservibles antes de su aprobación parlamentaria. Las cuentas públicas están hechas para un Gobierno con dos Departamentos más, que han desaparecido (Igualdad y Vivienda) y uno nuevo (Ministerio de la Presidencia) que antes no existía. La estructura del Gobierno había cambiado antes de que aprobaran las cuentas para el año que viene, ¿y dice la señora Salgado que las previsiones de esos presupuestos se van a cumplir rigurosamente? Vamos, anda." (Los subrayados en negrita son de nuestra cosecha).
¡Es difícil decirlo mejor!.
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