La foto procede de la portada de la edición impresa del The New York Times de ayer. El protagonista, por una vez, no es uno de los habituales tiparracos del terrorismo callejero de la banda criminal nacionalista vasca (eso que llamaron "cale vorroca"), ¡noooooooo!, la foto fue tomada este miércoles en las "protestas" en Barcelona, donde la magnitud del movimiento antisistema que allí concita la simpatía y participación de la hez de la sociedad (como akí alrededor de eta-batasuna-etc.) es bastante fuerte, en cantidad y calidad de animales que hacen de cualquier cosa el campo de batalla idóneo para realizar destrozos en la vía pública; les da lo mismo los éxitos del Barça que una manifa de putas, lo suyo es destrozar mobiliario urbano, romper escaparates, quemar contenedores de basura, enfrentarse a la policía, incendiar bancos ...
Y lo peor es que nos miran desde el exterior, los antecedentes de las protestas en Grecia harán que nos reclamen contención de algaradas y control de los terroristas callejeros ... ¿por qué?, porque sin paz social no hay salida posible a la crisis.
1 comentario:
Esos animales, ¿sabrán hacer algo que no sea destruir? Cabe pensar que no. Y, siendo así, seguirán, durante mucho tiempo, en ese estado de barbarie tan perjudicial para quienes lo padecen.
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