Ayer El Mundo (que tuvo la portada de su edición impresa embargada durante varias horas) nos desveló una nueva miseria de Iñaquichu Urdangarín, y de su ex-socio (un tal Diego Torres), que se va a dedicar a alegrarnos el café del desayuno con la filtración de unas cuantas docenas de e-mails que se dedicó a recopilar, y quien sabe si a robar previamente.
Uno de los de ayer tiene su gracia, en él el ex-duque (esperemos que en breve lo sea) se intitula como "El duque em...Palma...do"; tiene gracia el mamarracho, "dime de qué presume ...", o ¿es que nos querrá insinuar que llegó a duque por un buen braguetazo, adecuadamente "em...Palma...do"?.
Sobre el mamarracho duque "em...Palma...do" y sobre Mr. Mulas, travestido en Amy Martin, hubo ayer mismo un gran artículo en El Mundo de Lucía Mendez, se titula "Amy y el Duque o la peligrosa estupidez", y pueden acceder al mismo pinchando encima. Pero, de entrada les facilitamos un extracto a continuación:
"En su libro
'El poder de la estupidez', el italiano Giancarlo Livraghi cita estas palabras
de Leonardo Sciascia: "Cada vez que nos encontramos con un idiota
sofisticado o adulterado, nos abate cierta especie de melancolía y pesar. ¡Ay,
qué hermosos los tontos de antaño! Genuinos, naturales. Como el pan
casero". Nada mejor para reflexionar sobre la estupidez que echar un
vistazo hoy a la primera página de EL MUNDO. …
… Y el Duque de Palma firmaba sus
correos con
un ingenio solo al alcance de las monumentales chorradas con las que cada día
se rivaliza en ingenio a través las redes sociales. "Duque
em...Palma...do". ¿Qué hemos hecho nosotros para merecer
esto? ¡Ay, qué hermosos los tontos de antaño!. ...
…
Ambos personajes tenían pretensiones. … Iñaki Urdangarin pretensiones
nobiliarias. El
tamaño de sus cerebros era inversamente proporcional al de su osadía.
¿Acaso creyeron que nadie iba a descubrir su impostura? Los estudiosos del
fenómeno de la estupidez aseguran que las personas estúpidas no saben que lo
son y por eso resultan extremadamente peligrosas. El Duque es dinamita
para la Monarquía …
… podría
darle clases al Duque para que aprenda a escribir de forma sostenible …"
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