Este sábado hubo cónclave, o sínodo, o como se llame a las reuniones en la "cumbre" de los meapilas del PNV, para elegir a su nuevo jefe. Estaba "cantado", pero había que hacer el paripé, y elegir entre la vía lenta y la vía rápida; optaron por la rápida: una reunión de amiguetes y una votación a mano alzada con un único candidato, en total, al final del recuento, 99 a favor de 99 presentes, ¡vamos un "pleno al quince"!.
Ya ven, el jovencito de EGI que desde los 17 años (en 1979) participaba en los mítines del PNV, hasta alcanzar la jefatura del partido en 2013; toda una vida en el partido y toda una vida cobrando del contribuyente, desde su época de polizonte (de la policía política con la que el PNV contaminó a la Herchancha, los míticos "berrocis") hasta la actualidad que es parlamentario en el legislativo regional de Vitoria.
Aún recordamos aquel "Ya desde sus comienzos en EGI y en el cuerpo de 'berrocis' encargado de la seguridad de los dirigentes jeltzales -Ortuzar se encargaba de proteger al lehendakari Leizaola- destacaba por ..." que leímos en El Correo del 25-XI-2007, cuando le hicieron presidente provincial del PNV de Vizcaya. Por cierto, esta condición de policía ha sido hecha desaparecer de todas sus biografías actualizadas.
Pero no es un gordito bobalicón, como el presidente de Corea del Norte; sí es un tripero NaCionalista pero el partido le ha dado un buen curriculum y es de suponer que algo se le habrá quedado, entre jamada y jamada en el bachoqui de turno.
La foto que les ponemos es de las que conviene recordar: está entre las páginas 28 y 29, a seis columnas, de la edición impresa de El Correo de ayer domingo: la carita de uno y la de otro, son un poema, es de esas imágenes que hacen historia por su infantilismo, está entre lo surrealista, lo naïf y lo bobalicón: "ayer lloré por ti y hoy lloro por mí" (Guernica, Casa de Juntas, sábado 15 de diciembre de 2012; Bilbao, Palacio de Congresos y Exposiciones Euskalduna, sábado 12 de enero de 2013).
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