La tipología de los delitos que se pueden
cometer cuando se está al frente de una administración pública es muy amplia, y
no siempre es fácil de definir legalmente.
Pasa como con las estafas, ¿qué es una estafa?, ¿cuántos
tipos de estafas hay?, ¡infinitos”, no en vano una estafa es un simple engaño
con ánimo de lucro … ¡ahí entran muchas cosas!.
Pues
bien, cuando en un municipio se asienta y empieza su actividad una empresa la
Administración tiene que actuar, y si no lo hace, el responsable de la omisión,
de mirar para otro lado, normalmente el alcalde y los concejales de urbanismo,
incurren en el delito de prevaricación por omisión. De eso va la noticia que
publicó El Correo hace unos días (afecta al municipio vizcaíno de Erandio, en concreto al alcalde y a varios ediles, todos del PNV). que hoy traemos a este modesto rincón en el
ciberespacio.
Y si difícil es hacer un planteamiento omnicompresivo de la estafa, de la corrupción política tampoco es fácil, si bien no existe duda de que utilizar el poder político para evitar la aplicación de la ley y favorecer económicamente determinados intereses comerciales en una forma habitual de corrupción, aunque se denomine de una forma light: prevaricación por omisión.
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