Quienes se quedaron encantados por la agresión a Rajoy en vísperas del 20-D, por el cobarde y miserable puñetazo a traición que le propinó en enfermo mental, un enfermo mental del populismo descerebrado, pretenden reivindicar y dar legitimidad a la agresión ... a partir de ahora, en ese lugar de Pontevedra, los pocos cientos de babosos partidarios de agredir cobardemente a un hombre indefenso, aprovecharán cualquier ocasión para rendir tributo al cobarde y apoyar la felonía ... y estos mamarrachos no podían dejar pasar el momento de hacerse notar en la campaña del 26-J.
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