Una nueva sentencia judicial viene a poner a cada uno en su sitio, a los joputas asesinos etarras fuera del callejero, y a los alcaldes (todos nacionalistas, la mayoría del PNV) también, en el lugar que corresponde a quienes justifican con argumentos de parvulario la permanencia de signos de glorificación de los asesinos nacionalistas vascos, por medio del mantenimiento de sus nombres en las calles de nuestros pueblos, dándoles la misma consideración que hasta hace poco se reservaba a científicos, literatos, prohombres y benefactores de la humanidad, que es quienes, hasta la llegada de los nacionalistas, nominaban la calles y plazas de esta región.
"Vulneración de derechos fundamentales
Ordenan retirar el nombre de un etarra de una calle de Leioa
Un juzgado considera «un agravio» para las víctimas la concesión de una avenida a 'Txikia', muerto en un enfrentamiento policial ".
Ordenan retirar el nombre de un etarra de una calle de Leioa
Un juzgado considera «un agravio» para las víctimas la concesión de una avenida a 'Txikia', muerto en un enfrentamiento policial ".
Por cierto, el alcalde NaCionalista del PNV de Lejona (o Leioa, en la jerga impuesta por el NAZionalismo vasco) se llama Eneco Arruabarrena, ¡que se sepa!.
2 comentarios:
Eso pasa en pueblos como Lejona porque no son bien bien rústicos. Aquí en Sopelana puro rural nacionalista el método para honrar a los etarras es más aldeano; consiste en arrancar la placa oficial de una calle y colocar una apócrifa con el nombre de dos joputas como tu dices, y aquí paz y después gloria. Como no figura oficialmente en el callejero, no hay denuncias y los nombres no se quitan.
Esto sucedió siendo alcalde el nacionalista José Antonio Torróntegui, luego lo fue José Luis Gutierrez, después Ander Urrutia y ahora Imanol Garay, todos del PNV y ninguno mueve un dedo por restablecer la legalidad.
Ferchu... hoy en elcorreo, lapidario artículo de Aurelio Arteta...tiene una profundidad brutal... me ha encantado.
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