Los políticos NaCionalistas tienen un altísimo concepto de sí mismos, tanto que algunos hasta no pueden reprimirse a la hora de poner de manifiesto su valía y, de paso, decir que están mal pagados y que deberían cobrar más …
Hace un par de semanas un tal Aburto (El Correo 30-07-2011, pág. 3), uno del PNV que oficia de Diputado Foral de algo en Vizcaya, y que lleva muchos años enganchado a cargos de designación digital (“¡cogno, que para eso el del PNV, D. Ferchu!”) se permitió el lujo de manifestar lo siguiente: “Me gano mi sueldo y es una barbaridad que haya políticos que se lo bajen”.
El pollo este debe ser muuuu listo (el más listo del bachoqui de su pueblo), o al menos eso parece, porque ahí está, ganando una pasta gansa porque un amigo y compadre suyo le ha puesto a dedo, pero además de esa irrefutable prueba del nueve, la valoración de la frase trascrita nos permite otra conclusión, él se gana su sueldo (¡no debe tener abuelo el tipo!), y para que no se le vea el plumero, considera que todos los demás políticos también, y por eso halla sentido la segunda parte de su afirmación "es una barbaridad que haya políticos que se lo bajen” (se refiere al sueldo, otra cosa no le importaría tanto que se bajaran … pero el sueldo ¡ni tocar!).
Para qué analizar si los que se bajan el sueldo lo hacen bien o mal, o en relación con qué o con quien se comparan (algunos alcaldes que han llegado tras el 22-M proceden de la actividad privada, y tienen un baremos en el que compararse), para individuos de la calaña de estos iluminaos del PNV, su “empresa” es el bolsillo de todos y confunden lo que, en una empresa privada es el "plan de carrera profesional", con la "política de partido como carrera", pero pagando todos los contribuyentes a escote.
A nosotros nos parece que un politicastro que tiene que afirmar, con tanta jeta, “que se gana el sueldo”, simplemente por decirlo, demuestra que no se lo gana, o que es un tonto engreído, o que es un manipulador o, incluso, que esta justificando lo que algunos compañeros de partido hacen: “como es poco lo que saco de mi sueldo como alcalde o concejal … voy a ver si con un poco (o un mucho) de corrupción me voy haciendo con un capitalito”; si Aburto mira a su alrededor en su propio partido verá que no estamos hablando a tontas y a locas.
Hace un par de semanas un tal Aburto (El Correo 30-07-2011, pág. 3), uno del PNV que oficia de Diputado Foral de algo en Vizcaya, y que lleva muchos años enganchado a cargos de designación digital (“¡cogno, que para eso el del PNV, D. Ferchu!”) se permitió el lujo de manifestar lo siguiente: “Me gano mi sueldo y es una barbaridad que haya políticos que se lo bajen”.
El pollo este debe ser muuuu listo (el más listo del bachoqui de su pueblo), o al menos eso parece, porque ahí está, ganando una pasta gansa porque un amigo y compadre suyo le ha puesto a dedo, pero además de esa irrefutable prueba del nueve, la valoración de la frase trascrita nos permite otra conclusión, él se gana su sueldo (¡no debe tener abuelo el tipo!), y para que no se le vea el plumero, considera que todos los demás políticos también, y por eso halla sentido la segunda parte de su afirmación "es una barbaridad que haya políticos que se lo bajen” (se refiere al sueldo, otra cosa no le importaría tanto que se bajaran … pero el sueldo ¡ni tocar!).
Para qué analizar si los que se bajan el sueldo lo hacen bien o mal, o en relación con qué o con quien se comparan (algunos alcaldes que han llegado tras el 22-M proceden de la actividad privada, y tienen un baremos en el que compararse), para individuos de la calaña de estos iluminaos del PNV, su “empresa” es el bolsillo de todos y confunden lo que, en una empresa privada es el "plan de carrera profesional", con la "política de partido como carrera", pero pagando todos los contribuyentes a escote.
A nosotros nos parece que un politicastro que tiene que afirmar, con tanta jeta, “que se gana el sueldo”, simplemente por decirlo, demuestra que no se lo gana, o que es un tonto engreído, o que es un manipulador o, incluso, que esta justificando lo que algunos compañeros de partido hacen: “como es poco lo que saco de mi sueldo como alcalde o concejal … voy a ver si con un poco (o un mucho) de corrupción me voy haciendo con un capitalito”; si Aburto mira a su alrededor en su propio partido verá que no estamos hablando a tontas y a locas.
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