La imagen es del comienzo del pleno del parlamento regional de Vitoria, también conocido como “parlamento vasco”, del pasado jueves, que se trataba del pleno sobre “política general” y es más conocido como “pleno sobre el estado de la región” (siempre en paralelismo con el pleno del Congreso de los Diputados sobre “El estado de la Nación”), pues bien, al margen de lo que dijeron unos y otros, que eran cosas bastante previsibles, como después la realidad vino a confirmar, lo realmente importante ha sido el ver en la tribuna de invitados a los Diputados Generales (vulgo “presidentes de las diputaciones”) de las tres provincias vascas y al Presidente del Senado, sentados muy juntitos, en butacas contiguas, y ordenados de más nacionalista a menos, de derecha a izquierda, el de Eta-Batasuna-“bildu” (por Guipúzcoa), el del PNV (por Vizcaya), el del PP (por Álava) y el Presidente del Senado (del PSE-PSOE-EE), como acredita la imagen.
Cuatro partidos distintos y una sola realidad verdadera (¡que lo tenemos muy chungo!), gentes muy distintas en lo ideológico y en lo personal, pero que están obligados a entenderse por el bien de la ciudadanía, a la que todos representan en su conjunto (¡no sólo a sus electores!) en sus respectivas circunscripciones e instituciones.
Bien es verdad que, a cortísimo plazo, las cosas van a cambiar muy significativamente, es decir, es una foto irrepetible … las siglas “PSE”, o “PSE-PSOE-EE” van a desaparecer por muchos años de la escena política vasca en entornos significativos (les quedará algún residuo en algún ayuntamiento), sólo López, que esta en fase de liquidación y derribo, tiene un ligero horizonte de continuidad, si unos u otros, en función de lo que resulte del 20-N, deciden mantenerle en el cargo.
Pero, sea como fuere, ahora y siempre, unos y otros, los que están y los que sustituyan a quienes se vayan, deben entenderse y no dejar pasar las ocasiones para contribuir en la medida de sus competencias y posibilidades a dos cosas fundamentales: la superación de la crisis económica y la derrota del terrorismo nacionalista vasco; ya sabemos que lo primero puede haber unanimidad (aunque no en los mecanismos) y en lo segundo profundas discrepancias.
Cuatro partidos distintos y una sola realidad verdadera (¡que lo tenemos muy chungo!), gentes muy distintas en lo ideológico y en lo personal, pero que están obligados a entenderse por el bien de la ciudadanía, a la que todos representan en su conjunto (¡no sólo a sus electores!) en sus respectivas circunscripciones e instituciones.
Bien es verdad que, a cortísimo plazo, las cosas van a cambiar muy significativamente, es decir, es una foto irrepetible … las siglas “PSE”, o “PSE-PSOE-EE” van a desaparecer por muchos años de la escena política vasca en entornos significativos (les quedará algún residuo en algún ayuntamiento), sólo López, que esta en fase de liquidación y derribo, tiene un ligero horizonte de continuidad, si unos u otros, en función de lo que resulte del 20-N, deciden mantenerle en el cargo.
Pero, sea como fuere, ahora y siempre, unos y otros, los que están y los que sustituyan a quienes se vayan, deben entenderse y no dejar pasar las ocasiones para contribuir en la medida de sus competencias y posibilidades a dos cosas fundamentales: la superación de la crisis económica y la derrota del terrorismo nacionalista vasco; ya sabemos que lo primero puede haber unanimidad (aunque no en los mecanismos) y en lo segundo profundas discrepancias.
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