

La contundencia de esas acusaciones de corrupción ha hecho que el propio martes dimitiera el parlamentario y concejal popular, y ayer miércoles el del BNG ... pero aquí el único que no dimite es el amigo Pepiño Blanco, a pesar de haber tenido que reconocer que se citó con el empresario corrupto y corruptor en una gasolinera, en el interior de su coche oficial y ocultos a miradas indiscretas ...
Con lo que ha representado el "látigo" de Pepiño contra otros partidos ante la más mínima sospecha de corrupción ("corrución", sin "p", en el dialecto pepiñista), ¡¡cómo no tiene el muy cabrón (que rima con ladrón) la decencia de dimitir!!.
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