Esto es lo que hay: Eta con Laurita Mintegui

Que el Tribunal Constitucional se equivocó cuando, enmendando al Tribunal Supremo, aceptó la legalización del comando electoral municipal de Eta-Batasuna-Bildu, es cada día más evidente: la virtualidad de la Ley de Partidos residía en poder dejar fuera de la ley a los comandos pseudo políticos de la banda criminal nacionalista vasca, bien de los grupos "políticos" declarados inicialmente ilegales por formar parte de la banda, como los que le sucedieran mediante mecanismos constitutivos de fraude de ley.

Y la dificultad estaba en que, como la banda no concede carnets de socio a sus criminales, con foto y chip de localización GPS, los tribunales tienen que hilar fino.

Pero lo que quedaba claro, además de las sospechas por actitudes, comportamientos, etc. es que lo importante eran las pruebas, y constituían pruebas datos como que las listas electorales estaban llenas de gente que constaba habían sido colaboradores de una forma o de otra de grupos ilegalizados previamente.

Valía el criterio de la "contaminación", no era imprescindible que todos los miembros de la candidatura estuvieran fichados como etarras, bastaría con que en cada candidatura hubiera un número significativo de ellos. Y este sano principio lo quebró el T.C. hace año y medio.

Las dos noticias que les ponemos arriba las hemos obtenido de la edición impresa de El Correo de ayer; la de la izquierda nos dice que los etarras que cumplen en prisión penas privativas de libertad votaron masivamente este pasado domingo, y no precisamente al PP o a UPyD; y la de la derecha nos indica como la mayoría de los miembros del comando parlamentario de Eta-Batasuna-Eh-Bildu son miembros de la rama más próxima a la banda y el resto, comparsas de partidos que estaban por la labor, bien por razones ideológicas, bien por aquello de poner llenar el puchero todos los días ...