Ayer domingo les contábamos que "hace
unos días alguien, en una charla de amigos, nos decía que akí no hay
corrupción. Pero la corrupción tiene muchas formas de materialización";
El Correo del pasado 23 de enero (páginas 2 y 3) relata otra curiosa historia: la Diputación de Vizcaya vendió terrenos a una cementera a un precio
irrisorio, “a precio de ganga”, dice la noticia; en concreto, añadimos
nosotros, 52 veces más barato que el precio de mercado de aquellos
días (año 1998), a 500 ptas./m2, frente a las 26.000 ptas./ m2 de valor real.
¿Por qué viene a cuento remover la cosa 15
años después?; la respuesta es sencilla leyendo el periódico: porque el chollo
era a cambio (¿?) de que la empresa abandonara su emplazamiento, en un barrio
del casco urbano de Ortuella llamado La Ralea, cosa que tenía que haber hecho
en el plazo de dos años, pues bien, han pasado quince años y la empresa no ha
cumplido, sigue en La Ralea.
¿Qué ha pasado, qué esta
pasando, qué pasa hoy aquí?. ¡Que el lector juzgue!.
1 comentario:
Buenas tardes, D. Ferchu:
Sé que mal de muchos es consuelo de tontos. También sé que en todas partes cuecen habas. Pero es que en Asturias estamos parecido a ustedes. No sé si por corrupción, desidia, falta de planificación adecuada, o qué. Pero se tira el dinero a espuertas:
http://www.lne.es/asturias/2010/06/21/mapa-dinero-enterrado/932052.html
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