Frases que tienen su aquel ...

“El nacionalismo es completamente anti-histórico.

Es una regresión a la forma más primitiva, cavernaria”,

Mario Vargas Llosa (XL Semanal nº 1.479, 28-02-2016)

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miércoles, 19 de marzo de 2008

Elegía en prosa de Calleja por Isaías, asesinado por la criminalidad nacionalista

José Mª. Calleja, el periodista, pasó como por arte de magia, hace unos años, de ser un “guerrista” de los que hacían méritos incluso perdiendo la dignidad (alguien que lo presenciaba en directo nos contó con qué aspavientos y reverencias recibía las visitas del hermano de Juan Guerra, ante el general asombro y desconcierto de la concurrencia), a ser portavoz de los movimientos cívicos en el País Vasco y defensor de las víctimas de la banda criminal nacionalista, precisamente su lema era “la dignidad un paso por delante del miedo”.
Pero Calleja cambió, no se sabe si por evolución natural o por las exigencias de su promoción profesional y económica, y hoy es una de los más brutales acosadores del P.P., una especie de Ana-Sagasti, pero de signo algo distinto.
Pero hoy ha vuelto por donde solía hace cuatro u ocho años, ha publicado un artículo en El Correo titulado Quinto piso sin ascensor sobre Isaías Carrasco. Impecable. Sólo nos queda la duda de saber si habría escrito, hoy, en los mismos términos si la víctima hubiera sido un obrero concejal o ex-concejal del P.P., como el infortunado Manuel Zamarreño. Pero aquí somos buena gente, estamos seguros de que sí. Welcome back home, Calleja!
Pie de foto: la banda criminal nacionalista obligó a madurar rapidamente a Sandra Carrasco, hija de Isaias, que a los 20 años se ha tenido que convertir en cabeza de familia numerosa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"...y la valentía de esa joven chica, Sandra, capaz de enhebrar un discurso vibrante en medio del espanto, de interpelar a los criminales y de llamar a la movilización cívica contra los que acababan de asesinar a su padre..."

En concreto llamar, en plena jornmada de reflexión, a votar a los que con lágrimas de plañidera corrieron a sacarse la foto llevando el féretro, que no eran otros que los que hace tan poco habían cometido todas las obsecenidades posibles con los asesinos de su padre.