Un año más la censura impuesta por el fundamentalismo nacionalista nos impidió a los ciudadanos vascos ver en la televisión pública autonómica el mensaje de Navidad de S. M. nuestro Rey. Desde el radicalismo y contra la historia, la tradición, la lógica y la legalidad, los nacionalistas vascos de toda obediencia y condición niegan que esta región sea parte de España, salvo cuando se trata de “sacarle la pasta” al resto de los españoles: no somos España para impedir que la Vuelta Ciclista pase por aquí, según las parlamentarias Sra. Corrales (PNV) y Sra. Cuadra (EA), pero sí reclamamos la parte que nos toca de los 8.000 millones de euros del Presidente Zapatero para obras anti-crisis en los ayuntamientos vascos; puro parasitismo si sólo se busca de España el dinero.
Ahora bien, al 50% de los vascos que nos privaron de la satisfacción de ver al Rey en nuestra televisión, lo único que nos permiten es recomendar que en la noche del 31 de diciembre no sintonicen la televisión autonómica para ver a nuestro presidente regional contándonos milongas nacionalistas con claros tientes preelectorales.
Ahora bien, al 50% de los vascos que nos privaron de la satisfacción de ver al Rey en nuestra televisión, lo único que nos permiten es recomendar que en la noche del 31 de diciembre no sintonicen la televisión autonómica para ver a nuestro presidente regional contándonos milongas nacionalistas con claros tientes preelectorales.
Para que nadie se pierda lo que dijo S.M., incluido ese llamamiento a arrimar el hombro, desde este enlace (pinchar aquí), llegará el lector a la página web oficial de la Casa Real, donde el mensaje real está a disposición de todos los españoles.
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