Sólo dos días separan los titulares principales de la portada de El Correo que el amable lector puede apreciar aquí arriba; el primero es del sábado 24 de julio, y el segundo es del lunes 26.El 24 el jefe central máximo del PNV, Urcuyo, pide a su gente de Álava imputada por corrupción, espionaje y seguramente más cosas (aún perdura el secreto de sumario) que devuelvan el carnet del PNV y, por lo tanto, se marchen de la tribu.
Y el 26 los corrutos (petit homenaje a Pepinho Blanco), o los txorizos (expresión muy de Azcuna), le responden con aquello de "verdes las han segau".
Lo que no terminamos de entender es cómo el ínclito Urcullo no les pone a todos ellos de "patitas en la calle" y "manu militari"; la única explicación es que, lo del Urcullo, sea una simple fórmula, pero sin convicción alguna y vacía de contendido, para intentar contentar y anestesiar al electorado de Vitoria y resto de Álava, que, al fin y al cabo, las elecciones municipales y forales están a la vuelta de la esquina, y pueden suponer la gran debacle del NaCionalismo vasco en la provincia menos nacionalista de toda la región.
Y tampoco entendemos como un periódico serio, como es El Correo, dedica el gran espacio de portada en dos días casi consecutivos al esperpento nacionalista alavés por antonomasia ... ¿será por la caída de interés de las noticias en el tramo final de julio?.
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