Nueva faceta de la poliédrica trama de corrupción del PNV

El titular que le “subimos” hoy al blog procede de El Mundo, edición del País Vasco, de ayer. Sobre este nuevo aspecto de la poliédrica y multidisciplinar trama de corrupción del PNV en Álava (pero, ¿sólo en Álava?) tendremos más noticias (es de suponer, tal y como El Mundo acostumbra a sacar a la luz pública los resultados de sus investigaciones periodísticas), así que dejaremos para más adelante un comentario más profundo al respeto; baste hoy decir que, al parecer, un reciente informe de la Policía autonómica vasca ha desvelado varios casos concretos de este "modus operandi"; se realizaba con “los suyos” (Javier Arzallus habría dicho, con esa entonación caracteristica tan suya de erre triple, “los nuestrrros”), para que todo quedara en casa, y consistía en que se apalabraba la adjudicación de una obra a cambio del 4% de la facturación, lo cual suponía, probablemente (ya que se operaba sin transparencia al margen de los procedimientos legales de licitación de la obra pública), que los sinvergüenzas de los empresarios NaZionalistas que “estaban en el ajo”, incrementaran sus precios al menos en ese 4% que iba a ir destinado "al partido", pero ¿y quien dice que no lo subían más del 4%, digamos que como “comisión” por el posible riesgo que asumían? (por cierto, muy escaso, o nulo, a la vista de la evolución e la cosa hasta fechas recientes).

Ahora bien, lo que no hemos podido evitar ha sido el echar la vista atrás con aquello que se escuchó en el parlamento regional de Cataluña el 4 de marzo de 2005, que le espetó Pascual Maragall al líder de CIU, Arturín Mas: “Ustedes tienen un problema y se llama tres por ciento”, pero ya ven, akí, somos más txulos y para el PNV el porcentaje es más elevado (un 33% más alto), el 4% frente al tres ("¡ené!, qué pasa pues!, ¿no somos de Bilbao, o qué?, ¡será por dinero!").