¿A que se debió el subidón del 19,2% en la recaudación del IRPF en junio en Guipuzcoa?, ¿se sabe ya?, ¿se atreverán a decirnoslo?.

El 15 de julio pasado, nada más conocerse las cifras de recaudación ….. y por lo tanto, sin tiempo para un análisis detallado de las causas, y sin tiempo para una reflexión seria, sólo posible una vez conocidos todos los datos y circunstancias concurrentes, los medios publicaron la noticia del incremento espectacular de la recaudación fiscal en Guipuzcoa (+4,4%, sin duda por el componente IRPF del +19,2%) en el primer semestre del año (pero básicamente por el comportamiento del segundo trimestre, por la campaña de la renta), mientras caía la recaudación en Álava y en Vizcaya, todo ello en el marco de un estúpido optimismo económico (¿más brotes verdes?, falsos brotes verdes) que nos habían hecho creer, y, por tanto, esperar un incremento general en la recaudación de las tres provincias vascas del 7% (cuando, al final la caída global ha sido del 3,10%, es decir, nuestros políticos se han columpiado en la previsión en el 10,10%).
Ha pasado ya mes y medio desde la noticia (el 15 de julio); comienza hoy oficiosamente el "curso político"; ¿nuestros profesionales de la cosa habrán llegado ya a algunas conclusiones serias sobre lo que ha ocurrido con la recaudación de junio 2011 en Guipuzcoa?, y ... ¿se atreverán a hacerlas públicas?. ((Nosotros creemos que ya saben el porqué, pero callarán como muertos)).
Pero nosotros nos tiramos a la piscina: las elecciones municipales y forales fueron el 22 de mayo, en plena campaña de la declaración de la renta, que terminó el 30 de junio, pues bien, muchos contribuyentes guipuchis del PNV, sobre todo, visto lo que pasó, electoralmente hablando, el 22 de mayo y teniendo como referente fiscal inmediato el 30 de junio, decidieron "ponerse al día" para evitar tener que enfrentarse a una posible inspección fiscal de la Hacienda Foral guipuzcoana (ahora en manos de Eta-Batasuna-"bildu"), con las consecuencias (dobles) que eso pueda suponer: para su empresa, y para su peculio particular e, incluso, para su propia vida. ¡Dicho queda!, y si no se entiende, otro día daremos una pincelada con una brocha menos gorda.