Nadie se atreve a alzar la voz contra la cosa esta moderna de la "barra libre" en materia de incumplir compromisos, dejar de pagar la hipoteca y que te echen a la calle, para acto seguido empezar a vociferar contra los bancos. "Barra libre" porque nadie se atreve a establecer distinciones entre la infinidad de situaciones distintas que se dan, y las nuevas que la picaresca patria pondrá en marcha a la primera de cambio.
Estos días se han visto en la "caja tonta", en esos programas de tele-basura, tres casos de desahucios que nada tienen que ver con situaciones indigencia, sino con "cosas" inexplicadas e inexplicables, de gente que no paga pero que tiene dinero, u otros bienes ... y que, después, cuando el banco, harto de cachondeo, presenta la demanda, ni se presenta al juicio (y, por supuesto, sigue sin pagar).
Las fotos de la Sra. Egaña en la prensa (de ellas y de su consorte), con una facha estupenda, su relación con el lendakari (que acompañó a la familia en los luctuosos momentos) y con su partido, el dato que ahora ha salido y nos indica que había avalado a un hermano (aunque él lo ha negado), que la deuda la ocultó a todo el mundo, que no pagó ni un euro durante dos años, que tuviera un gran puesto de trabajo, fijo y muy bien retribuido ... exigen una información más completa sobre lo que ha ocurrido, porque lo que está sucediendo es que se están tomando decisiones políticas y legislativas de gran trascendencia "en caliente"; con el peligro de que salga una chapuza, de que se haga una normativa de la que se beneficien, no personas sin recursos que actuaron de buena fe, sino gente desvergonzada que simplemente no quiere pagar y seguir viviendo cojonudamente.
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