La imagen de D. Mariano Rajoy es la de una persona muy educada (incluso demasiado), equilibrada al máximo, que parece que no se inmuta por nada, con un gran dominio de sí mismo, incluso en los peores momentos (y algunos ha pasado en sus años de ministro y vicepresidente de los gobiernos de José María Aznar), además de otras innegables virtudes que ahora no hacen al caso (gran capacidad intelectual y de trabajo, un curriculum enorme, etc.).
Pero esa imagen tradicional de Rajoy ha cambiado estos días, quizás harto de la estupidez de Arturín Más, D. Mariano ha decidido plantarle cara, y se las verán el 25 de noviembre, y a lo largo de los meses en que el Mas intentará su "si o si".
De momento el electorado catalán esta valorando muy positivamente la actitud del lider del P.P. que junto con su candidata local está a punto de alcanzar el segundo puesto en el ranking de preferencias electorales.
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