Si patética es la imagen de Ignacio "Iñaqui" Azcuna que les pusimos ayer (en el Foro Internacional de Alcaldes en La Alhóndiga), la de hoy es aun peor; parece que le llevaron de paseo junto al mar en la zona del muelle de Las Arenas (Guecho), a tomar el sol, como a cualquier anciano desvalido necesitado de una vida tranquila y sin preocupaciones.
Su aspecto en La Alhóndiga tenía un pase, estaba en su silla de ruedas, pero vestido para la ocasión, aunque a duras penas pudo leer el discurso que le habían preparado. Pero el domingo la pinta de Azcuna era horrorosa, nos recordaba al Comandante Fidel, a Fidel Castro, hecho una momia, pero vestido con un chándal deportivo, delgadísimo, demacradísimo, apoyándose en un bastón ... también se parecía algo a otro amigo de los chándals, al finado Hugo Chávez.
Bilbao no se merece que su alcalde ande arrastrándose desde hace tres meses, incapaz para asumir las responsabilidades del cargo; su decencia personal y política deberían obligarle a dimitir, y que su partido busque un candidato alternativo para asumir la presidencia de la corporación municipal. El problema es que el PNV sin Azcuna lo tiene muy complicado, y si ya la generosidad en lo personal, en el terreno de la política, es muy difícil de encontrar, cuando se mete el partido de por medio, se convierte en imposible. Así que, probablemente, tendremos en Bilbao, con la alcaldía, una situación similar a la Venezuela en el interregno hasta la llegada de un "maduro".
No hay comentarios:
Publicar un comentario