Habrá opiniones para todos los gustos; la de los nihilitas
que siguen pensando que esto es jauja, que el dinero sale por generación espontánea
de debajo de las piedras y que aquí podemos atender a todos los desheredados del
mundo mundial, a todos los parias de la tierra.
Pero (¿será por la crisis?) cada día hay más gente que piensan
que hemos llegado al límite de lo tolerable, vienen a lanzar un grito de “¡no
con mi dinero!", "¡no con mis impuestos!”; y es que tenemos un futuro muy
jodido quienes ahora sostenemos el sistema: con nuestra cotizaciones se pagan
las pensiones actuales y con nuestros impuestos se pagan cada día los ingentes dispendios del
estado del despilfarro (“el dinero público no es de nadie”, Carmen Calvo,
ministra de ¿cultura? de ZP dixit, 2004-V-29) ; pero para nosotros no va a
llegar la "pasta": tendremos pensiones reducidas, a más edad y mucho más tarde …
Además hay otro elemento a valorar, o a reclamar: si las administraciones no saben
gastar eficientemente y se empeñan en pagar lujos, que conmigo no cuenten, que me
estrujen lo menos posible y yo con el excedente me arbitraré un plan de
pensiones privado, o lo intentaré en otra manera …pero yo titular y protagonista único de mis desvelos económicos de cara a la jubilación y otras coberturas sociales.
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