La puta Eta quiere seguir presente, y cada día más, en este "nuevo" (¿?) escenario político vasco, propiciado por las decisiones del Tribunal Constitucional "zapateril" de legalizar (revocar la ilegalización) de Bildu y Sortu.
Ahora parece que les toca pedir la palabra y una silla en la mesa de la partida de trileros a los "huidos", esto es, a los criminales nacionalistas vascos que huyeron, pusieron tierra de por medio, cuando se descubrieron sus crímenes y se escaparon poco antes de ser detenidos.
En muchos casos los delitos han prescrito, y en otros la "huida" se produjo de forma precipitada (¿por cobardía?, ¿eran estos joputas unos cobardicas?) o sin motivos de peso ... y sus delitos ya no son perseguibles; pues bien, estos canallas se creen asistidos de algún tipo de derecho "extra" que les legitima para convertirse en primeros actores, en gentes de "peso" en las definiciones que algunos quieren hacer del futuro de nuestra región.
Todo esto es una barbaridad sin fundamento, pero es que, además, no sabemos ni siquiera cuantos son, ellos mismos no tienen ni repajolera idea (dicen que entre 500 y 1.000), ni qué quieren, ni como pretenden articular institucionalmente su basura ... estaremos atentos a las gilipolleces que nos van a decir el próximo sábado en el sur de Francia, tirando pá la parte occidental de nuestro país vecino.
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