En las fiestas de Fuenterrabía (aunque estos NaCis le han cambiao de nombre al pueblo), seguimos (¡siguen!, más bien) con la torta, o con la empanada mental, o con el "¡Joder, Iñaqui, para qué dialogar, si podemos resolver el asunto a hostias!", así que un año más, la compañía mixta (esto es, de hombres-soldado y mujeres-soldado) ha tenido que desfilar una hora antes que las demás compañías (las que sólo llevan a las mujeres como cantineras y prostitutas), y bajo la protección de la Policía autonómica vasca.
Es decir, en Vascongadas no avanzamos ... se siguen al pie de la letra las tradiciones más machistas y más retrógradas; algunos (le preguntaremos al abuelo Arzayus) parece que lo llevan en los genes (¿apócope de de genitales, pá estossssh?). Más información en la edición online del Diario Vasco, de San Sebastian, de ayer a media mañana.
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