Decathlon intentó abrir su tienda de Bilbao el 25 de julio, día festivo, en un acto empresarial plenamente ajustado a derecho y contando para hacerlo con personal voluntario que, además, iba a percibir una buena compensación (algo importante porque seguramente sus empleados son mileuristas).
¡Pero no!, la coacción sindical al uso impidió la apertura de la macro tienda.
Y además embadurnaron el local de pegatinas y montaron un "pollo" en la puerta, de tal manera que no se llegó a abrir ... el miedo, la coacción y el terror generados en empresarios, empleados y clientes; ¿es esta la forma sindical de salir de la crisis?.
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