Toda
la vida comiendo (y no poco, y no mal) del erario público, y el muy tarugo
sigue con sus obsesiones.
¡A
saber donde estará este cantamañanas dentro de seis años!.
Y, sobre todo, ¿quién le va a echar en falta cuando se
convierta en un simple gorrón “trincando” (¡porque seguirá trincando!)de las instituciones?.
1 comentario:
¡Que tontería! ¡Pues que no acuda si no quiere! ¿Que pretende decir con eso? Yo tampoco voy a ir porque no me gusta el fútbol.
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