Muy
pocas horas después de constituirse el nuevo ayuntamiento de Madrid, el
mismísimo sábado 13 de junio, poco después de la elección de Manuela como
alcaldesa, han salido a la luz pública dos “tweets” canallas, muy canallas, seguramente
delictivos, de Guillermo Zapata, que en esos mismos momentos era nombrado concejal
de Cultura de Madrid, los “tweets” dicen lo siguiente:
·
“¿Cómo
meterías cinco millones de judios en un 600?. En el cenicero”.
·
“Han
tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcaser para que no vaya Irene
Villa a por repuestos”.
Por
cierto, no sabemos (quizás algún día afloren) si hay más “tweets” similares de
este sinvergüenza; hay quien asegura que hay docenas de ellos. Pero el concejal
Zapata además de ser un canalla y bastante tonto, ha tenido muchos reflejos y
en la misma noche del sábado … ¿qué hizo?, ¿qué podía hacer? … ¡cerró su cuenta
en Twitter!, quizás con afán de cerrar la polémica, pero seguramente para que
nadie pueda sacar a la luz otras manifestaciones de su joputismo congénito.
¿Dimitirá
el concejal Zapata, el muy canalla, de su condición de tal, dejando el ayuntamiento?;
¡noooooooooooooo!, ¡no lo hará!.
Ayer
lunes (tras una tímida intervención de la Manuela en un programa de tv el
domingo por la noche) Zapata se limitó a dimitir de su cargo interno
(“cultura”, ¿?), pero nada de dejar el carguito ni, por supuesto, el sueldo de
concejal.
La
Carmena tiene ahora que decidir qué nueva responsabilidad le atribuye
(¿urbanismo?, ¿policía municipal?, ¿educación?).
No
es casualidad esto que ha ocurrido en Madrid, en la propia capital del reino
hay otros casos pendientes de análisis protagonizados por otros concejales “podemistas”
autores en las redes sociales de comentarios similares, y por supuesto,
muchísimos más en el resto de España.
Pie de las imagenes: los “tweets” canallas de Zapata.
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