A
la pitada NaZi-NaCi del sábado noche en la fiesta del fútbol español (la final
del campeonato de Copa), ya saben, gilipollas independentistas en colaboración
con borrachos, borregos y gamberros gregarios escondidos entre la muchedumbre,
se sumó al día siguiente, domingo, la mala educación de un ciclista vitoriano
en el pódium del Giro 2015.
Es
costumbre que en los grandes acontecimientos deportivos (el Giro de Italia es
uno de ellos) se homenajee al ganador haciendo sonar en su honor los acordes de
su himno nacional.
Así
ocurrió este pasado domingo, con Contador en el cajón más alto, como campeón
indiscutible de la carrera de este año … y por un azar de la fortuna, en el
tercer cajón estaba un tal Miguel “Miquel o Mikel” Landa, vitoriano, ciclista
del montón al que se le apareció la virgen y debutaba en esto de estar entre
los tres primeros de una competición de gran nivel; pues bien, el chaval (o
despistado, o tonto, o canalla maleducado) no se quitó la gorrilla, mientras
que sí lo hizo el italiano que quedó segundo y mientras Contador, no solo se la
quitó, sino que se la acercó al corazón. Al mismo tiempo, 4 ó 5 idiotas (parece
que gente cercana al Miguelín Landa) empezaron a silbar … aunque se callaron
casi de la misma porque no les siguió nadie (los cobardes, si no están
escondidos entre la muchedumbre, son una puñetera mierda).
Urge tomar medidas contra estos canallas maleducados.
O será que los muy cabrones buscan con su provocación que cada vez que un
deportista vasco pise otro lugar de España, arrecien contra él todo tipo de
actos de desaprobación por actos políticos del nacionalismo vasco o por actos
terroristas de la banda criminal nacionalista vasca: pitar el himno regional, o
a nuestro presidente autonómico, llevar pancartas contra los criminales presos,
quemar ikurriñas, etc.
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