¡35
años ya!; afortunadamente la memoria individual y colectiva de los españoles
hace décadas que dejó atrás el recuerdo; el del 23-F no es un recuerdo que nos
persiga ni que tengamos presente, de hecho toda persona mayor de 45 ó 50 años,
por razones puramente biológicas, no puede saber nada del golpe como
experiencia personal … porque, o no había nacido, o no tenía edad como para
conocer, darse cuenta y preocuparse por aquello.
Quizás por eso proponemos a los
lectores de este blog que, si lo desean, nos remitan cuanto antes un breve
relato de cómo vivieron en Bilbao aquellos días; publicaremos uno de los que se
reciban, ni el mejor ni el peor, ni el más extenso ni el más breve … el que nos
llame la atención por algo.
Pie de foto: imagen parcial del techo del salón de
plenos del Congreso de los Diputados, en el que se aprecian algunos de los
orificios de las balas que dispararon al aire los asaltantes (por agujeros se
conservan expresamente como parte de la historia reciente de España, sin
perjuicio de lo cual, en una pequeña obra realizada recientemente en la Cámara
algunos de esos agujeros fueron reparados por un error de los operarios).
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