La
individua tiene un “curriculum” bastante repugnante, aunque su conocimiento de
las gateras jurídicas, sus amistades, influencias y demás le hayan salvado, si
bien “por la campana”, de gravísimas consecuencias en la judicatura; y ella, probablemente
conocedora de su propio descrédito y de su mala fama profesional, decidió enrolarse en
el “podemismo”, para seguir jodiendo la marrana.
La
individua, entre otros episodios de sectarismo con la toga y las puñetas puestas
y ejerciendo su función jurisdiccional, llegó al extremo, a la desvergüenza e
incluso a la infracción profesional, laboral y deontológica, si no incluso
delito, de redactar una querella contra el hoy Ministro canario Sr. Soria, con
su ordenador del Juzgado en el que trabajaba (porque en el propio documento
quedó la huella de su apellido), ¡lástima! que cuando el Sr. Soria pudo acceder
al documento electrónico, el delito o la falta había prescrito y así lo
determinó el C.G.P.J.
Pues
bien, la exjueza y actual política “podemita”, que por otra parte sigue con su fijación obsesiva
con el Ministro Soria y contra el PP, no deja pasar ocasión de mostrar su
indecencia ahora ya en el terreno político (en el profesional y en el personal
tiene larga tradición).
El
episodio que protagonizó en el aeropuerto de Gran Canaria el pasado miércoles
24 de febrero queriendo acceder y utilizar irregularmente la “Sala de
Autoridades” fue de escándalo en si mismo, y también de desprecio a los empleados
del aeropuerto.
Sus
explicaciones posteriores acreditan en sí y por sí mismas que miente en su
versión de los hechos, y tiene además la desvergüenza de descalificar con
expresiones vejatorias a uno de los empleados con los que se encaró, se refiere
a él como “uno engominadito, muy godo”.
Lo de llevar gomina en el pelo es muy correcto (salvo
el caso del Alcalde “podemita” de Zaragoza, porque le pasa el ticket de compra
al ayuntamiento); normalmente lo usan personas limpias y aseadas, cosa en la
que, por cierto, la exjueza “podemita” no resplandece especialmente.
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