Una aclaración previa, o dos, o tres. Para quienes desde la más tierna infancia teníamos pasión por andar en bici, la expresión “hoja de ruta” definía un modesto papel, alargado, apaisado, que los ciclistas siempre llevaban en el bolsillo del maillot, junto a los riñones, en el que se reflejaba la orografía de la carrera (o de la etapa), y sólo eso: los desniveles, con sus alturas en metros y el punto kilométrico en que se encontraban.
Más mayores nos percatamos de que “hoja de ruta” era también parte del “instrumental de trabajo” de quienes vivían en, o de la, carretera: repartidores de butano y de otras mercancías y agentes comerciales; es decir, era la lista de clientes que había que visitar durante la jornada de trabajo para entregarles mercancías o lograr que las contrataran.
Sólo en época reciente el sintagma “hoja de ruta” ha pasado a la política. ¿Cuándo?, no tenemos certeza, pero nos arriesgamos a señalar que pudo ser el 24 de junio de 2002, con ocasión de un discurso del Presidente Bush en nombre de un cuarteto internacional (EEUU, UE, Rusia y ONU) proponiendo “the Roadmap for peace to resolve the Israeli-Palestinian conflict”.
La expresión causó fortuna ... e Ivarreche encontró su modelo, en su opinión, aquí también tenemos un “conflicto”, buscamos la “paz” y necesitamos un mapa de carreteras (roadmap), digo una “hoja de ruta”, que además (y cerramos el círculo) a él también le gusta ... andar en bici.
Centrándonos en el asunto, fue el propio presidente regional vasco quien le puso el apelativo de “hoja de ruta” a una reelaboración del "plan Ivarreche". En su intervención en el parlamento autonómico el 28 de septiembre de 2007 utilizó dos veces esta expresión en la misma línea, para machacar o, a lo mejor, fijar indeleblemente la expresión, dijo:
“Voy a cumplir mi palabra y voy a plantear una hoja de ruta para “romper la espiral”. Es una hoja de ruta con propuestas concretas para abordar la solución del conflicto vasco."
Vamos a ella.
La “hoja de ruta” de Ivarreche (o Ibarretxe) en realidad son dos, que zigzaguean, se entrecruzan, se complementan o son alternativas, tienen elementos comunes y, en ocasiones, convergen. Sigamos el “Roadmap” de Ibarretxe paso a paso:
- 1er. paso (dado el 28-09-2007): oferta (más bien exigencia) de pacto político entre España y el País Vasco, concebidos implícitamente como entes soberanos y dueños de su propio destino.
Ivarreche le pone plazo al obligado pacto que, más que ofrecer, exige: 8 meses, hasta mayo de 2008. En septiembre de 2007 era consciente de que habría elecciones generales en marzo ’08, y de que se podría producir un cambio en el Gobierno de la Nación, o una nueva correlación de fuerzas y que, incluso aunque nada cambiara, la larga precampaña electoral (que comenzó tras el pasado verano) no era momento oportuno para “negociar” esa oferta de pacto impositivo con fines secesionistas.
De momento se han consumido 6 meses y medio del plazo, sin que haya habido movimiento alguno, y lo que sí ha habido son dos datos relevantes: primero, ni el PP ni el PSOE (únicos aspirantes a La Moncloa) se han mostrado favorables al trágala naZionalista y, segundo, el batacazo naCi del 9-M dice mucho sobre los verdaderos deseos de la ciudadanía vasca, que no “pueblo vasco”, inexistente a lo que se ve.
- 2º paso (a dar a lo largo de junio de 2008): pase lo que pase en el plazo de negociación obligada y de contenido impuesto, Ivarreche va a convocar un pleno extraordinario del parlamento regional a celebrar en junio (¡ya está a “tiro de piedra”!), para … (y aquí se bifurca el “Roadmap” de los güebos):
· “A”: ratificar el acuerdo alcanzado con España y convocar un referéndum resolutivo para refrendar el acuerdo, convocado legalmente con anuencia del Gobierno de España.
· “B”: o, alternativamente, constatar que ha fracasado el intento de negociación con final obligatorio e impuesto, en cuyo caso el referéndum (que en ese caso se llamará “consulta”) se convocará unilateral e ilegalmente, con dos objetivos:
a) que los votantes “manden” al Gobierno de España y a la banda criminal naZionalista que negocien el fin de la violencia,
b) y que los votantes “manden” a las fuerzas políticas “sin exclusión” (o sea, también a Eta-Batasuna) que, a plazo fijo, alcancen un acuerdo sobre el “derecho a decidir” como eje central y con el diseño del nuevo “estatuto” (llamémoslo así), evidentemente sobre el modelo del “plan Ivarreche”, ya rechazado, pero más amplio, y con carácter independentista (si no, añadimos nosotros, no tendría sentido tanta alforja para tan corto periplo).
- 3er. paso (el 25 de octubre de 2008): el “Roadmap” de Juanjo prevé para esa fecha (“casualmente” aniversario del Estatuto de Guernica) la celebración:
· “A”: del referéndum vinculante,
· “B”: o de la “consulta” no vinculante, pero si “habilitadora” de los dos mandatos expresados.
Salga lo que salga en el referéndum (3º “A”), o en la consulta (3º “B”), es decir, gane el “si” o triunfe el “no”, Ivarreche disolverá el Parlamento autonómico regional de Vitoria y convocará elecciones de forma inmediata.
No nos dice Juanjo qué hará si convoca la “cosa” esa del 25-O, y el Estado de Derecho no le deja celebrarla, algo muy probable que ocurra. Es decir, “hoja de ruta” endeble, sin cintura y sin soluciones. Se abre, por tanto, un gran interrogante en este “3er. paso” del gran cabestro naCi vasco (si el diputado Ercoreca llama “cabestro” a Bono, nosotros podremos llamar “cabestro” a Ivarreche, ¿qué hay de malo en ello?).
- 4º paso (de octubre de 2008 a junio de 2010): si todo le sale bien, a pedir de boca de aldeanita, es decir, el 25-O se celebra su “cosa”, y sale el “si”, y tuviera validez jurídica (o sea, el imposible metafísico) habrá un “Proceso de Negociación” y otro referéndum: el Gran Referéndum Resolutivo (o sea la madre que parió a todos los referéndums que en el mundo han sido), que se celebrará en el …
- 5º paso (en el segundo semestre de 2010). En este punto el desarrollo de la fantasía naZionalista no ha podido determinar prácticamente nada, depende de demasiadas incertidumbres, pero podemos apuntar que ese referéndum tendría dos componentes:
- la segregación de esta región del conjunto de la Nación Española (en esto, ni la zona sur de la región de Aquitania de nuestro vecino país, Francia; ni la Comunidad Foral de Navarra, han salido a relucir para nada).
- y la aprobación de una nueva norma institucional básica que derogaría el actual Estatuto de Autonomía y también, parcialmente, la Constitución Española de 1978, al pretender crear una nueva legalidad del más alto rango, incompatible con la vigente.
No nos digan que todo este "numerito" no es una auténtica paja mental propia de un paranoico de mierda.
Más mayores nos percatamos de que “hoja de ruta” era también parte del “instrumental de trabajo” de quienes vivían en, o de la, carretera: repartidores de butano y de otras mercancías y agentes comerciales; es decir, era la lista de clientes que había que visitar durante la jornada de trabajo para entregarles mercancías o lograr que las contrataran.
Sólo en época reciente el sintagma “hoja de ruta” ha pasado a la política. ¿Cuándo?, no tenemos certeza, pero nos arriesgamos a señalar que pudo ser el 24 de junio de 2002, con ocasión de un discurso del Presidente Bush en nombre de un cuarteto internacional (EEUU, UE, Rusia y ONU) proponiendo “the Roadmap for peace to resolve the Israeli-Palestinian conflict”.
La expresión causó fortuna ... e Ivarreche encontró su modelo, en su opinión, aquí también tenemos un “conflicto”, buscamos la “paz” y necesitamos un mapa de carreteras (roadmap), digo una “hoja de ruta”, que además (y cerramos el círculo) a él también le gusta ... andar en bici.
Centrándonos en el asunto, fue el propio presidente regional vasco quien le puso el apelativo de “hoja de ruta” a una reelaboración del "plan Ivarreche". En su intervención en el parlamento autonómico el 28 de septiembre de 2007 utilizó dos veces esta expresión en la misma línea, para machacar o, a lo mejor, fijar indeleblemente la expresión, dijo:
“Voy a cumplir mi palabra y voy a plantear una hoja de ruta para “romper la espiral”. Es una hoja de ruta con propuestas concretas para abordar la solución del conflicto vasco."
Vamos a ella.
La “hoja de ruta” de Ivarreche (o Ibarretxe) en realidad son dos, que zigzaguean, se entrecruzan, se complementan o son alternativas, tienen elementos comunes y, en ocasiones, convergen. Sigamos el “Roadmap” de Ibarretxe paso a paso:
- 1er. paso (dado el 28-09-2007): oferta (más bien exigencia) de pacto político entre España y el País Vasco, concebidos implícitamente como entes soberanos y dueños de su propio destino.
Ivarreche le pone plazo al obligado pacto que, más que ofrecer, exige: 8 meses, hasta mayo de 2008. En septiembre de 2007 era consciente de que habría elecciones generales en marzo ’08, y de que se podría producir un cambio en el Gobierno de la Nación, o una nueva correlación de fuerzas y que, incluso aunque nada cambiara, la larga precampaña electoral (que comenzó tras el pasado verano) no era momento oportuno para “negociar” esa oferta de pacto impositivo con fines secesionistas.
De momento se han consumido 6 meses y medio del plazo, sin que haya habido movimiento alguno, y lo que sí ha habido son dos datos relevantes: primero, ni el PP ni el PSOE (únicos aspirantes a La Moncloa) se han mostrado favorables al trágala naZionalista y, segundo, el batacazo naCi del 9-M dice mucho sobre los verdaderos deseos de la ciudadanía vasca, que no “pueblo vasco”, inexistente a lo que se ve.
- 2º paso (a dar a lo largo de junio de 2008): pase lo que pase en el plazo de negociación obligada y de contenido impuesto, Ivarreche va a convocar un pleno extraordinario del parlamento regional a celebrar en junio (¡ya está a “tiro de piedra”!), para … (y aquí se bifurca el “Roadmap” de los güebos):
· “A”: ratificar el acuerdo alcanzado con España y convocar un referéndum resolutivo para refrendar el acuerdo, convocado legalmente con anuencia del Gobierno de España.
· “B”: o, alternativamente, constatar que ha fracasado el intento de negociación con final obligatorio e impuesto, en cuyo caso el referéndum (que en ese caso se llamará “consulta”) se convocará unilateral e ilegalmente, con dos objetivos:
a) que los votantes “manden” al Gobierno de España y a la banda criminal naZionalista que negocien el fin de la violencia,
b) y que los votantes “manden” a las fuerzas políticas “sin exclusión” (o sea, también a Eta-Batasuna) que, a plazo fijo, alcancen un acuerdo sobre el “derecho a decidir” como eje central y con el diseño del nuevo “estatuto” (llamémoslo así), evidentemente sobre el modelo del “plan Ivarreche”, ya rechazado, pero más amplio, y con carácter independentista (si no, añadimos nosotros, no tendría sentido tanta alforja para tan corto periplo).
- 3er. paso (el 25 de octubre de 2008): el “Roadmap” de Juanjo prevé para esa fecha (“casualmente” aniversario del Estatuto de Guernica) la celebración:
· “A”: del referéndum vinculante,
· “B”: o de la “consulta” no vinculante, pero si “habilitadora” de los dos mandatos expresados.
Salga lo que salga en el referéndum (3º “A”), o en la consulta (3º “B”), es decir, gane el “si” o triunfe el “no”, Ivarreche disolverá el Parlamento autonómico regional de Vitoria y convocará elecciones de forma inmediata.
No nos dice Juanjo qué hará si convoca la “cosa” esa del 25-O, y el Estado de Derecho no le deja celebrarla, algo muy probable que ocurra. Es decir, “hoja de ruta” endeble, sin cintura y sin soluciones. Se abre, por tanto, un gran interrogante en este “3er. paso” del gran cabestro naCi vasco (si el diputado Ercoreca llama “cabestro” a Bono, nosotros podremos llamar “cabestro” a Ivarreche, ¿qué hay de malo en ello?).
- 4º paso (de octubre de 2008 a junio de 2010): si todo le sale bien, a pedir de boca de aldeanita, es decir, el 25-O se celebra su “cosa”, y sale el “si”, y tuviera validez jurídica (o sea, el imposible metafísico) habrá un “Proceso de Negociación” y otro referéndum: el Gran Referéndum Resolutivo (o sea la madre que parió a todos los referéndums que en el mundo han sido), que se celebrará en el …
- 5º paso (en el segundo semestre de 2010). En este punto el desarrollo de la fantasía naZionalista no ha podido determinar prácticamente nada, depende de demasiadas incertidumbres, pero podemos apuntar que ese referéndum tendría dos componentes:
- la segregación de esta región del conjunto de la Nación Española (en esto, ni la zona sur de la región de Aquitania de nuestro vecino país, Francia; ni la Comunidad Foral de Navarra, han salido a relucir para nada).
- y la aprobación de una nueva norma institucional básica que derogaría el actual Estatuto de Autonomía y también, parcialmente, la Constitución Española de 1978, al pretender crear una nueva legalidad del más alto rango, incompatible con la vigente.
No nos digan que todo este "numerito" no es una auténtica paja mental propia de un paranoico de mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario