Iñaqui Azcuna (o Iñaki Azkuna, en ortografía NaCi), desertor del fonendo y alcalde NaZionalista de Bilbao, preclaro exponente de la impostada campechanía aldeana al uso, en la que le gusta sobreactuar siempre que las circunstancias le brindan la ocasión, ha sentenciado ya la “cosa”, dice que "no se mancille el nombre del Guggenheim por un chorizo".
Estamos, una vez más en lo de siempre, cada vez que se hace una crítica, por muy fundada que esté, a un NaZionalista, los NaZionalistas endosan la crítica a la institución de referencia, y así: criticar a los gestores del museo, sea al chorizo (Azcuna dixit) o a los otros, amigos, familiares, confidentes y protectores del chorizo, se convierte en criticar al museo y mancillar su nombre.
Si no te gusta (en cualquiera de sus aspectos) la política NaZionalista … eres antivasco. Si la erradicación del “modelo A” te parece una barrrrbaridad (¡oh!, ¡que bonita palabra en la melosa voz del lendaccary!) estás contra el vascuence. Incluso si llamas al vascuence, vascuence, estas contra el vascuence (o eusquera) …
Azcuna, macho, ¡déjate de monsergas!. Nadie que critique a quien tu llamas “chorizo” mancilla el buen nombre del Guggenheim (lo del “buen” lo ponemos nosotros, que a ti se te ha pasao) … el buen nombre del museo quedará en entredicho, y presumiblemente mancillado, si, como es más que previsible, no echáis al ceporro que ha consentido 10 años de “choriceo” y más de 80.000.000 de ptas. de robo …
Pero, claro, Iñaquichu, el ceporro es hijo del ex–senador NaZionalista Vidarte, contratado a dedo, y el “chorizo” es sobrino del ex-lendaccary Ardanza, contratado “a dedo”; el jefe de personal del Guggen, contratado “a dedo”, es hijo del ex–consejero de Interior y ex-presidente del parlamento de Vitoria, Juanmarichu Atucha, … ¿seguimos?.
Lo que mancilla todo es el "choriceo" NaZionalista de las instituciones: contratáis “a dedo” a primos, sobrinos, hermanos, amantes, esposas (sobre todo a esposas cuando hay amantes de por medio), y si no, a gente fiel (algunos son fieles y “chorizos”) del bachoqui, les ponéis buenos sueldos, les protegéis en todo momento y circunstancia, dotáis de opacidad a sus actos … no os gustan los controles, queréis resolver vuestras miserias en la intimidad, pero ¡claro!, eso no puede ser cuando se trata de dinero público …
El buen nombre del Museo Guggenheim de Bilbao quedará mancillado por los NaZionalistas si no cesáis al incompetente de Vidarte, al Diputado Foral de Vizcaya de Hacienda y a la Consejera de Hacienda del Gobierno regional de Vitoria, la opacidad en la gestión económico-administrativa-contable del museo es una responsabilidad de todos ellos … el buen nombre del Guggenheim Bilbao exige que se vayan, o les echen, de los puestos que ocupan con tanta incompetencia culpable y con tanta frivolidad.
Estamos, una vez más en lo de siempre, cada vez que se hace una crítica, por muy fundada que esté, a un NaZionalista, los NaZionalistas endosan la crítica a la institución de referencia, y así: criticar a los gestores del museo, sea al chorizo (Azcuna dixit) o a los otros, amigos, familiares, confidentes y protectores del chorizo, se convierte en criticar al museo y mancillar su nombre.
Si no te gusta (en cualquiera de sus aspectos) la política NaZionalista … eres antivasco. Si la erradicación del “modelo A” te parece una barrrrbaridad (¡oh!, ¡que bonita palabra en la melosa voz del lendaccary!) estás contra el vascuence. Incluso si llamas al vascuence, vascuence, estas contra el vascuence (o eusquera) …
Azcuna, macho, ¡déjate de monsergas!. Nadie que critique a quien tu llamas “chorizo” mancilla el buen nombre del Guggenheim (lo del “buen” lo ponemos nosotros, que a ti se te ha pasao) … el buen nombre del museo quedará en entredicho, y presumiblemente mancillado, si, como es más que previsible, no echáis al ceporro que ha consentido 10 años de “choriceo” y más de 80.000.000 de ptas. de robo …
Pero, claro, Iñaquichu, el ceporro es hijo del ex–senador NaZionalista Vidarte, contratado a dedo, y el “chorizo” es sobrino del ex-lendaccary Ardanza, contratado “a dedo”; el jefe de personal del Guggen, contratado “a dedo”, es hijo del ex–consejero de Interior y ex-presidente del parlamento de Vitoria, Juanmarichu Atucha, … ¿seguimos?.
Lo que mancilla todo es el "choriceo" NaZionalista de las instituciones: contratáis “a dedo” a primos, sobrinos, hermanos, amantes, esposas (sobre todo a esposas cuando hay amantes de por medio), y si no, a gente fiel (algunos son fieles y “chorizos”) del bachoqui, les ponéis buenos sueldos, les protegéis en todo momento y circunstancia, dotáis de opacidad a sus actos … no os gustan los controles, queréis resolver vuestras miserias en la intimidad, pero ¡claro!, eso no puede ser cuando se trata de dinero público …
El buen nombre del Museo Guggenheim de Bilbao quedará mancillado por los NaZionalistas si no cesáis al incompetente de Vidarte, al Diputado Foral de Vizcaya de Hacienda y a la Consejera de Hacienda del Gobierno regional de Vitoria, la opacidad en la gestión económico-administrativa-contable del museo es una responsabilidad de todos ellos … el buen nombre del Guggenheim Bilbao exige que se vayan, o les echen, de los puestos que ocupan con tanta incompetencia culpable y con tanta frivolidad.
De momento el pronóstico es malo: Vidarte se aferra al sillón como una garrapata moñuda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario