
A favor de la banda hay un aspecto puramente físico: no es posible poner un policía cada 10 metros en una obra pública de cientos de kilómetros de longitud.
Si la banda se pone a ello, la línea ferroviaria no se construirá, y si se hace, estará llena de imperfecciones y sabotajes, y si al final se inaugura ... no llegará a funcionar nunca.
Ha habido ya varios atentados contra las empresas constructoras, el último esta madrugada, hace unas horas en Zarauz (Guipúzcoa). Suma y sigue.
Pie de foto: Desperfectos causados por la bomba en Zarauz.
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