Hoy estará llegando a Bilbao, a casita, nuestro famoso y mundialmente conocido kehendakari, después de una semanita (¡vaya semanita!) en los Estados Unidos de Norteamérica; de tournée y visita a los nietos de los pastores vascos que, huyendo del hambre y de la miseria, se fueron (no al exilio político) sino a ganarse el pan cuidando ovejas, cabras y vacas en las extensas praderas de aquellas lejanas tierras.
Los hijos y nietos de aquellos pastores que, además, vivían en el aislamiento más absoluto, mantuvieron algunas formas de vida tradicionales de “akí”, pero a medida que pasaba el tiempo y se iban integrando en la sociedad norteamericana aquellos “modus vivendi” se convirtieron en imágenes estereotipadas y esclerotizadas de cosas, hechos y situaciones que ni siquiera existían ya en las Vascongadas … a modo de símil es como el castellano que hablan los sefardíes, que permanece anclado en los usos de la época en que los judíos fueron expulsados de España.
Bueno pues los descendientes de los pastores de Vascongadas que emigraron a Estados Unidos mantienen un espejismo de tradiciones que aquí evolucionaron de forma distinta e incluso desaparecieron de forma natural.
Pero como los NaZionalistas están empeñados en mantener sus reivindicaciones en tono alto, se han inventado historias épicas con apelativos impactantes, como el de “la diáspora vasca”, que les viene bien para su invento. Y mantener la mentira, o el exceso, o la exageración, nos cuesta a los contribuyentes muchísimo dinero: subvenciones directas a las “casas vascas” (“euscal-echeas”) en cualquier rincón del mundo, aunque sean, simplemente, un restaurante con nombre eusquérico para turistas, visitas periódicas de nuestrrrrras autoridades (y no baratas, a juzgar por la extensión del desplazamiento y el séquito que se llevan), programas culturales, incluso la creación de canales específicos de la televisión pública vasca.
Pero de este despilfarro nadie dice nada; ni los que montaron la “movida” (los NaZionalistas), ni los que no se atreven a desmontarla (lo chicos de López), ni las oposición parlamentaria …
Pero, en fin, dejemos estas reflexiones para otro momento, ¡que estamos de vacaciones, y se nos van a atragantar! … Pero bueno sería que el Sr. López Álvarez hiciera un balance, tanto en lo económico, como en lo político, de su viaje a los “vajcos” de segunda o tercera generación en el Far West, cuyo programa les hemos reflejado en la imagen; más información en el siguiente enlace:
"Política
López estrecha lazos con la diáspora ”.
Los hijos y nietos de aquellos pastores que, además, vivían en el aislamiento más absoluto, mantuvieron algunas formas de vida tradicionales de “akí”, pero a medida que pasaba el tiempo y se iban integrando en la sociedad norteamericana aquellos “modus vivendi” se convirtieron en imágenes estereotipadas y esclerotizadas de cosas, hechos y situaciones que ni siquiera existían ya en las Vascongadas … a modo de símil es como el castellano que hablan los sefardíes, que permanece anclado en los usos de la época en que los judíos fueron expulsados de España.
Bueno pues los descendientes de los pastores de Vascongadas que emigraron a Estados Unidos mantienen un espejismo de tradiciones que aquí evolucionaron de forma distinta e incluso desaparecieron de forma natural.
Pero como los NaZionalistas están empeñados en mantener sus reivindicaciones en tono alto, se han inventado historias épicas con apelativos impactantes, como el de “la diáspora vasca”, que les viene bien para su invento. Y mantener la mentira, o el exceso, o la exageración, nos cuesta a los contribuyentes muchísimo dinero: subvenciones directas a las “casas vascas” (“euscal-echeas”) en cualquier rincón del mundo, aunque sean, simplemente, un restaurante con nombre eusquérico para turistas, visitas periódicas de nuestrrrrras autoridades (y no baratas, a juzgar por la extensión del desplazamiento y el séquito que se llevan), programas culturales, incluso la creación de canales específicos de la televisión pública vasca.
Pero de este despilfarro nadie dice nada; ni los que montaron la “movida” (los NaZionalistas), ni los que no se atreven a desmontarla (lo chicos de López), ni las oposición parlamentaria …
Pero, en fin, dejemos estas reflexiones para otro momento, ¡que estamos de vacaciones, y se nos van a atragantar! … Pero bueno sería que el Sr. López Álvarez hiciera un balance, tanto en lo económico, como en lo político, de su viaje a los “vajcos” de segunda o tercera generación en el Far West, cuyo programa les hemos reflejado en la imagen; más información en el siguiente enlace:
"Política
López estrecha lazos con la diáspora ”.
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