La imagen es la del descenso de la Bandera de España desde un avión militar hasta el Paseo de la Castellana (Madrid) el año pasado, portada por paracaidistas, con motivo (creemos recordar) del desfile de la Fiesta Nacional de España.
Este año, este pasado mes de julio, ha sido la época de mayor presencia de la Bandera Nacional en el corazón de los españoles y en todos los rincones de España, la pena es que se necesiten acontecimientos como un Campeonato Mundial de Fútbol, para que se despierte en todos nosotros el ansia de reivindicar lo que forma parte intrínseca de nuestro ser. Pero más vale eso que nada, quizás haya sido el punto de partida para algo grande, para superar los complejos del pasado, sobre todo los complejos que arrastran los miopes de la izquierda que asociaban la idea de España y la de nación, y la de Bandera y la de Himno a cosas periclitadas de un régimen que se autoextinguió hace casi cuatro décadas.
Pues bien, quien ha sido el portaestandarte máximo de la bandera de España en julio han sido jóvenes entre 15 y 35 años, nacidos todos en la democracia, que desean recuperar los símbolos de la nación española a la que se sienten pertenecer sin ningún tipo de complejos. ¡Va por ellos!.
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