Ha sido una sorpresa descomunal la que ha causado el fallo de marras, en un proceso en el que todo falló: el condon o método anticonceptivo usado, el intento de aborto y, también, la sentencia dictada en primera instancia (¡a ver si la pillamos y la leemos para conocer la argumentación que la sustenta!).
Lo que no sabemos es si la sentencia le da al médico la opción de llevarse al tierno infante a casa (debe tener la criatura un añito y medio), las razones son poderosas: la madre biológica se quiso cargar al niño, hacerlo picadillo (forma habitual de practicar los abortos), al médico le saldría más barata la manutención, si junta al "hijo postizo" a los de su descendencia natural, además, seguro que le ha cogido cariño a la criatura, un auténtico crack de la superviviencia, y probablemente la sentencia ha logrado exacerbar el instinto maternal de la "parienta" del médico.
Seguiremos el asunto hasta donde la perseverancia de las partes nos lleve (¿el Tribunal Europeo de Derechos Humanos?).
Pero, sniff, ¡que cosas se hacen en España!. Ver la noticia en El Mundo. Ver la noticia en El Correo.
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