Aquí hemos dejado constancia en varias ocasiones del lamentable espectáculo que ha venido protagonizando la Auxiliar de Enfermería del ébola, que se contagió por su propia ineptitud y en lugar de agradecer a las autoridades sus desvelos hasta lograr su curación (recuerden que inicialmente reconoció que se había tocado la cara con la mano sucia), vio posibilidades de negocio (lo vio ella o gente de su entorno), y en las semanas siguientes se "montaron" una película para ganarse el apoyo de cierta gente que solo busca la bronca por la bronca, y conseguir que alguien se les ofreciera para preparar demandas contra todo bicho viviente, ¿con qué fin?, para sacar "pasta", concretamente 150.000 euros (25.000.000 Ptas.) por su perro y otros tanto por ella misma.
Pero la burbuja se fue deshinchando enseguida, a medida que se iba conociendo el comportamiento miserable de la Romero: acusar a su médico de cabecera de "recetarle paracetamol contra el ébola", engañar a las peluqueras que le depilaron, etc. Y la pompa estalló definitivamente cuando, ante el anuncio de querella de la médico de cabecera, en el acto de conciliación previo, la Romero se desdijo y reconoció que todo era una mentira.
La última desconsideración de la impresentable Auxiliar del ébola la hemos conocido por la prensa de este pasado sábado: la muy desagradecida no se ha puesto en contacto con la religiosa misionera Hermana Paciencia Melgar, que sobrevivió al ébola (compañera de uno de los religiosos repatriados que fallecieron por la enfermedad), y donó su plasma para tratar (y curar) a la Romero.
La Romero se salvó por la generosa donación de plasma de la Hna. Paciencia, ¡y ni le ha llamado para agradecérselo!.
¡Otro detalle más para calibrar adecuadamente a la Romero y su pareja, el Limón!.
¡Ah!, y cuanta razón tenía el Consejero de Salud de la Comunidad de Madrid!.
¡Ah!, y cuanta razón tenía el Consejero de Salud de la Comunidad de Madrid!.
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