Este pasado domingo tele-PNV, la ETB, en prime time,
emitió un largometraje en el que los asesinos nacionalistas vascos eran
considerados víctimas, no lo que realmente son: verdugos sanguinarios.
El
asunto ha supuesto un escandalazo político, del que el presidente regional
autonómico vasco, Sr. Urcuyo, tendrá que dar muchas explicaciones.
Lo único bueno del asunto: sólo 43.000 espectadores vieron la totalidad
del bodrio canalla, pero 185.000 lo soportaron al menos un minuto. Se desconoce
cuantos miles más vomitaron antes de llegar a 60 segundos de visionado, pero seguro que
fueron muchísimos.
Por cierto, una vez más quienes han dado la nota son los llamados "enseñantes" de la universidad autonómica más amigos de los criminales que de la ley y la libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario