El
PNV ve que su futuro al frente del gobierno regional autonómico de Vascongadas
es más negro que el galipó (o chapapote); con las encuestas en la mano no llega
a revalidar el poder ni apoyado en el PSE-PSOE, que es su actual socio en muchas
instituciones de la región.
Al PNV le
acongoja (léase “le acojona”) que “Podemos” le vuelva a ganar en las urnas
(recuerde el informado lector que en las Vascongadas en las elecciones
generales del 20-D, ganó en votos “Podemos”).
Es
decir, las gentes en Vascongadas de “Coleta Morada” (¿o son de Errejón?, ¿o son
de Monedero?) serían los llamados en primera instancia a formar el gobierno
autonómico tras las elecciones regionales de finales de este año.
Para el PNV lo de menos es con quien se aliarían los
“podemistas” vascos, tanto le da que fuera con los restos de
Eta-Batasuna-Bildu, como con el PSE-PSOE, o con ambos at the same time … Lo que al PNV le resulta durísimo de asumir es
que puede dejar de mandar aquí por segunda vez en poco tiempo (recuerden que el
PP vasco hizo lejendakari a Francisco
Javier López Álvarez, o “Pachi” López, o “Pachi” Nadie, o “Pachiló”); y además, en esta ocasión, sus sustitutos harían los cambios y reformas que los “sociatas” no se atrevieron a realizar.
En el titular de la noticia que hoy ponemos en el blog llama la atención lo de “líder” y lo de “líder para el 'pacto amable' con España”; da la impresión de que el PNV, que tiene sus caladeros electorales exhaustos, pretenda encandilar a los votantes del centro derecha españolista, es decir, a los votantes naturales del PP vasco, que, por cierto, tiene un problemón con su ex-gerente en Vizcaya, despedido por corrupto, que, por cierto, será como una mosca cojonera durante los próximos tres años y tres meses (hasta la renovación de las JJ.GG. tras las municipales de 2019).
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