Hace más de dos meses que Mariano Rajoy le tuvo
que decir a S. M. el Rey la frase paradigmática: “No he dicho "no" a mi investidura, solo que hoy no tengo los apoyos”; lo que también le pudo decir, aunque
quizás solo se lo insinuó a Don Felipe es que si él no, los demás tampoco,
incluso menos.
Pero lo dijera o no, esa es una gran realidad, “Snchz” lleva dos meses largos mareando
la perdiz, con el agravante de que ya ha fracasado en dos votaciones.
Las fiestas de Semana Santa han proporcionado a
todos los contendientes nada más y nada menos que tres semanas de relax; tres
semanas para repensarse detenidamente las cosas y, por lo tanto, reanudar las
conversaciones que, si en plazo de dos meses (del que ya ha trascurrido la
mitad), no conducen a nada, estaremos antes unas nuevas elecciones generales el
26 de junio, esto es, ¡seis meses después de las del 20-D!.
La opción más seria, la mejor para los intereses
de España y de los españoles es la llamada “gran coalición” de PP, PSOE y C’s,
y alternativamente la “mini gran coalición de PP y C’s” con la abstención del
PSOE.
La única cuestión, para que se decante esta solución, es que el PSOE debe eliminar un solo obstáculo … la actitud cerril y antidemocrática
de “Snchz”; la Semana Santa, sobre
todo en Andalucía, es época propicia para introspecciones, penitencias, propósitos
de enmienda, generosidad y buenos deseos. ¡A ver si en la Semana de Pascua los “sociatas”
nos dan una alegría!.
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