Y eso lo sabemos muy bien en las Vascongadas;
hasta que surgió la puta Eta (por cierto, una escisión de las juventudes del PNV)
y no había eso que se viene conociendo como la izquierda aberlache, los únicos
separatistas eran los ricachos vizcaínos y, en menor medida, los aldeanos temerosos de perder su
arcadia feliz por la llegada hace un siglo de los inmigrantes que levantaron
la región trabajando en las minas.
En la región catalana pasa lo mismo, los
burgueses (esos que van al Liceo. al Palacio de la Música y a otros actos pseudo culturales de
exaltación NaZi) son los que alientan el “prousés” y los que están detrás de
todos los acontecimientos en la región desde hace varios años que culminó con la
declaración de independencia y la aplicación del 155.
Lo de ayer en el concierto navideño es solo “más de lo mismo”.
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