Se trata de una novela doblemente negra, tanto porque pertenece, creo yo, a este subgénero (dicho sea con perdón, y sin pretender incurrir en términos políticamente incorrectos), como por contener buenas dosis de humor de ese mismo color. Su autor es un magnífico escritor bilbaíno, de la cosecha del 55 (¿se puede decir así?); la novela está ambientada en la Villa, las zonas en que se desarrolla la acción son perfectamente reconocibles, la trama es sorprendente y después del planteamiento, nudo y desenlace ... se queda uno muy satisfecho.
Se puede complementar la lectura del libro con una cena en un restaurante de la Plaza de Zabálburu ("El mapamundi de Bilbao"), en cuyas paredes se pueden leer algunos textos extraídos de "Alacranes en su tinta", y puesto que en "El Mapamundi ..." no se come nada mal ... y la novela esta muy bien .... ¡pues que os aproveche! (ambos manjares).
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