Aquí, en España, tenemos una curiosidad inaudita en la cosa y por la cosa del cotilleo (¡de qué si no iban a tener tanto éxito programas de telebasura como los que inundan las pantallas de tv!), de hecho, si se fijan Vds. hay políticos que cuando hablan por teléfono (akí, en Vascongadas era famoso el gesto de Madrazo Lavín) se tapan la boca con la mano que les queda libre, así evitan que alguien, hábil en lo de leer los labios (de la cara), pueda reproducir la conversación.
Pues bien, en el debate de investidura que ha convertido en Presidente del Gobierno de la Nación al Sr. Rajoy ha habido dos detalles cutres característicos de esa "cultura del cotilleo": la foto que ven ... en la que el ínclito RbCb recibía en su vetusto teléfono móvil (¡eso D. Alfredo no es ser ahorrativo, sino cutre!, porque seguro que no se ha privado V.E. de los modernísimos gadgets que le acaba de regalar el Parlamento, ya que sólo consta que haya renunciado el "upeidepero" Toni Cantó), el mensaje era un cotilleo de un espía de Rubalcaba en el Ayuntamiento de Madrid (no en vano el "pollo" ha sido Ministro del Interior); la imagen procede de un teleobjetivo de los reporteros gráficos instalados estos días en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo, por cierto, se trata de los mismos teleobjetivos que usan los "paparazzis" pá pillá en verano "in puris naturalibus" a las estarletes que van a playas recoletas a pillar bronce "total body".
La anécdota es que el Ministerio de Ruiz Galladón (¡estaba casi cantado que iba pá ministro!) no ha sido "Defensa", sino "Justicia".Y el segundo detalle cutre es que esos mismos "paparazzis" parlamentarios han intentado (y quizás conseguido) fotografiar las notas manuscritas que iba elaborando el entonces candidato Rajoy durante las intervenciones de sus adversarios, con objeto de preparar las respuestas ... quizás las veamos publicadas en breve.
No nos parece que sea correcto este ejercicio de supuesto "periodismo parlamentario de investigación" degradado a cotilleo de escasísimo nivel.
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