Los puros habanos, de Rajoy, de Felipe González, de Clinton, etc.

Ayer llamó mucho la atención (¡a algunos!, y además muy interesadamente) la foto de Mariano Rajoy en Nueva York, fumándose un puro en la calle (¿en la Sexta Avenida?) cuando se dirigía a la sede de la ONU para pronunciar su discurso ante la Asamblea General tras abandonar la sede neoyorquina del 'Wall Street Journal'.

Los que aparentemente se la cogen con papel de fumar (aunque en realidad se trata de gente con intereses políticos concretos y más conchas que un galápago) han montado en cólera, dicen: "¡fumándose un puro!, incluso con deleite, con la que esta cayendo" ...

¡Serán falsos los tiparracos!, ¿qué tendrá que ver una  cosa con otra?.

Pero, esos mismos tiparracos estaban (y siguen) encantados con las fotos de su jefe político fumándose todos los puros que puede (se decía que en su época en La Moncloa se los mandaba el "apañero" Fidel); les ponemos dos de ellas, separadas por casi 35 años (1977 y 2011).

Pero si de escándalos y de puros se trata, ¿por qué no se quejan de los de Bill Clinton?, sobre todo de cuando se los fumaba tras haberlos humedecido en la becaria Lewinsky, por cierto, no estaría mal que propusieran una nueva conjunción planetaria Clinton-Hormigos.