Parafraseando a ZP, su parida de “la alianza de las
civilizaciones” es un “conceto” (petit hommage a Pepiño Blanco) “discutido y
discutible”; parece mentira que un individuo que en buena medida basó su
nadería intelectual y su indigencia política en un fraserío pseudo feminista,
no haya reparado en imágenes como las que les ponemos aquí arriba: la forma en
que los regímenes islamistas reprimen las reclamaciones de libertad y participación
política de sus ciudadanas (¡ah, ¡que no son ciudadanas!, ni siquiera súbditas,
tampoco personas, son “cosas”), pero este es sólo un botón de muestra,
elocuente, sí, pero sólo un botón de muestra: no hay nada que a las teocracias de
los tipos del turbante les pueda hacer homologables a los regímenes
democráticos de occidente.
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